ASÍ FUNCIONABA EL CARTEL DE LOS CUADERNOS EN COLOMBIA

La Superintendencia de Industria y Comercio tiene en sus manos un informe que le entregó el superintendente delegado para la protección de competencias que consta de 182 páginas con dos anexos, un resumen y las pruebas relevantes que prueban la existencia del ‘cartel de los cuadernos’.
Según las investigaciones, desde hace 15 años, en Colombia ha existido un pacto entre varias empresas se pusieron de acuerdo para fijar precios directa e indirectamente a los cuadernos en el país.
Las compañías investigadas son Carvajal, Kimberly y Scribe y en total son 27 personas que están bajo la lupa de la Superintendencia por el que ahora se conoce como ‘cartel de los cuadernos’.
El cartel se habría originado en el año 2001 y habría finalizado en el 2014, las investigaciones relacionadas con el tema iniciaron en febrero de 2015 con la ayuda de dos de las empresas involucradas, Kimberly y Scribe, quienes decidieron acogerse al beneficio por colaboración lo cual los exoneraría de pagar la multa.
En caso de comprobarse la responsabilidad de las empresas, las multas a las mismas podrían ascender a 68 mil millones de pesos mientras que las personas naturales serían sancionadas con sumas hasta de mil 400 millones de pesos.
La Superintendencia cuenta con correos electrónicos que probaría, además, que el cartel también contaría con la participación de empresas de Ecuador, Perú y Venezuela. El paso siguiente en la investigación es la revisión de las pruebas por parte del superintendente para que se decida si las multas son procedentes en este caso.
MULTIMILLONARIA MULTA IMPONDRÁ LA SUPERINDUSTRIA DE COMERCIO
Multimillonaria multa impondrá la Superintendencia de Industria y Comercio por el denominado 'cartel de los cuadernos', la exclusiva revelada por Caracol Noticias asegura que las empresas involucradas tendrían que pagar hasta 69 mil millones de pesos por hacer acuerdos fraudulentos para fijar precios.
En exclusiva, Caracol Noticias se enteró de detalles del proceso en el que se evidencia lo que es conocido como el ‘cartel de los cuadernos’.
Según la investigación, directivos de las Carvajal Educación S.A.S., Colombiana Kimberly y Colpapel S.A, Scribe Colombia S.A.S, hicieron el acuerdo de precios de los cuadernos hace 15 años.
Además, el superintendente delegado que presentó la investigación, probó que esos insólitos acuerdos eran para que los colombianos pagaran más por un producto de consumo masivo, como los son los cuadernos estudiantiles.
De acuerdo con el informe, hubo reuniones permanentes para establecer la distribución de los clientes como supermercados de cadena y cajas de compensación familiar, en cada caso, con un precio diferente.
El superintendente de industria y comercio, Pablo Felipe Robledo, tiene en su despacho la decisión de aplicar una millonaria sanción a los mayores fabricantes de cuadernos en el país, entre los que están Kimberly, Scribe y Carvajal.

En otras palabras, estas empresas fueron amos y señores del negocio durante los más de 10 años que duró el cartel afectando a 3.7 millones de hogares que compran útiles escolares en el país o, visto de otra forma: 9.5 millones de estudiantes que asisten a un centro educativo.
Proponen que cartel de los cuadernos pague $760.000 millones en útiles a colegios
La idea es de Carlos Caycedo, personero delegado de Bogotá. Empresas implicadas cobraban hasta 50% más por sus productos.
Noticiascaracol.com
Carlos Caycedo, personero delegado de Bogotá, propuso que las empresas productoras de cuadernos compensen en especie a los padres y consumidores afectados por el acuerdo de precios investigado por la Superindustria y Comercio.
Un cuaderno de $6.000, sin el acuerdo ilegal de precios, habría costado $4.200, explicó Caycedo.
El monto a compensar se ha establecido, en cifras generales, en unos $830.000 millones de pesos, de los cuales $70.000 obedecen a la multa del organismo de control.
El saldo de $760.000 millones, sostiene Caycedo podría compensarse en especie a los planteles, a través del suministro de útiles escolares.
“La ley 472 prevé que en la acción popular se puede pedir la indemnización”, explicó el funcionario.
¿COMO SE ENTERO LA SIC?

La SIC descubrió las conductas irregulares tras recibir información de dos empresas que participaron en el cartel y que se convirtieron en delatoras para evitar las drásticas multas. Tras conocer estas denuncias, en julio del año pasado, la entidad realizó visitas administrativas a las compañías involucradas para recaudar pruebas (documentos, correos electrónicos, testimonios, entre otros). De acuerdo con la información obtenida se evidenció que, presuntamente, los acuerdos de precios se iniciaron en 2001 por parte de Carvajal (antes Bico Internacional) y Kimberly. Scribe se habría vinculado al presunto cartel desde mediados de 2011 cuando compró la línea de cuadernos marca Scribe, que era de propiedad de Kimberly, empresa que salió de ese negocio ese año.
Entre las pruebas recaudadas por la Superintendencia, se encuentra un correo electrónico de febrero de 2002 remitido por Germán Varela, de Carvajal, a otros directivos de la compañía: “De la reunión con las personas de Kimberly de la semana pasada quedo (sic) como objetivo principal el promover el aumento de precios en Venezuela, Colombia y Ecuador…Con respecto a Ecuador hablamos que acuerdos para la temporada de la Costa ya no eran viables y que debíamos tener el acercamiento para la temporada de la Sierra donde deberíamos concertar la oferta de cuadernos de 50 y 100 hojas”.
Otros correos ponen en evidencia los presuntos acuerdos de precios. Uno de ellos, enviado en mayo de 2003 por Juan Enrique Restrepo, de Kimberly, a otros dos directivos de la multinacional (ver facsímil) dice: “Germán Varela es el gerente general de Bico Internacional. Como en Colombia el convenio de precios de marcas (sic), nos ha permitido manejar los precios con beneficios para todos, nos solicita que efectuemos lo mismo con el mercado de Ecuador en esta categoría. En la actualidad el precio de las marcas de Kimberly Ecuador (sic), están por debajo de los de Bico”.
En otro correo de noviembre de 2012 de Silvio Alberto Castro, de Scribe, dirigido a un directivo de la empresa se lee: “…En lo que sí quiero pedirte que hagas énfasis (sic), en el tema de los acuerdos que tenemos en el segmento Premiun (sic), sentimos que en este segmento los acuerdos realizados han sido tremendamente provechoso (sic) para ambos, listas unificadas en todos los canales y NO promociones de fin de semana en las cadenas, entre otros, ha sido muy importantes, esto debemos mantenerlo a como dé lugar, con nuestro compromiso de cumplirlos al pie de la letra”.
En otro correo electrónico quedan manifiestos los acuerdos para no hacer descuentos, que terminan beneficiando a los compradores. Ángela Piedad Zapata, de Scribe, en un correo enviado en enero de 2012 le dice a empleados de la compañía: “Este mail me lo envió Carvajal… Ellos me confirman que siguen firmes… y no van a patrocinar dctos (sic) al consumidor final. El Éxito los presionó mucho la semana pasada para un dcto en la categoría de colores… y No participaron…me dijeron que si no habían autorizado dcto para colores, menos iban a autorizar dcto en cuadernos que es mas (sic) honeroso (sic)”.
Pero los testigos de las dos empresas delatoras que participaron en el cartel también aportaron información sobre estas actuaciones. Uno de ellos dijo que “en el año 2013 se acordó, que en el mercado de cuadernos en cadenas y también en el canal tradicional, por la compra de X número de cuadernos te daban un obsequio, colores, cartucheras, alguna cosa, entonces se acordó no dar más obsequios…”.
Según la SIC, era común que los altos directivos, entre los que se encontraban gerentes de las compañías, se reunieran en restaurantes, hoteles o clubes y nunca en las oficinas. En esos encuentros se reportaban los reclamos de los competidores así como los nuevos acuerdos logrados. Los directivos impartían instrucciones para ocultar información que pudiera poner en evidencia la reunión.
Con estas y otras múltiples pruebas más, la Superintendencia no solo formuló pliego de cargos contra las tres empresas mencionadas sino contra 27 altos directivos de estas compañías, que al parecer colaboraron, autorizaron o ejecutaron actos relacionados con el presunto cartel empresarial. Entre ellos se encuentran Felipe José Alvira, gerente general de Kimberly Colpapel; Gladys Helena Regalado, presidenta de Carvajal Educación; y Antonio Martínez Báez, CEO de Scribe, entre otros.
En caso de que durante el proceso se comprueben estas acciones irregulares, la SIC podrá imponer multas hasta por 64.435 millones de pesos a cada empresa, y hasta por 1.288 millones a los empleados involucrados.
Al conocerse la decisión, Carvajal Educación emitió un comunicado en el que señala que la compañía se rige por un estricto código de conducta y tiene la voluntad de colaborar con la investigación. En el caso de Kimberly, llama la atención que también está vinculada a otras investigaciones de la SIC por la presunta participación en otros carteles como el de los pañales y el papel higiénico. Este hecho deja la idea en la opinión pública de que no se trata de acciones aisladas para obtener mayores ganancias a costa del bolsillo de los consumidores, en productos básicos de la canasta familiar. Por eso, es importante que las denuncias salgan a la luz pública para frenar estas prácticas abusivas, que ojalá no sean generalizadas
http://www.elespectador.com/noticias/economia/asi-operaba-el-cartel-de-los-cuadernos-cobrar-mas-sus-p-articulo-626379
Entre las pruebas recaudadas por la Superintendencia, se encuentra un correo electrónico de febrero de 2002 remitido por Germán Varela, de Carvajal, a otros directivos de la compañía: “De la reunión con las personas de Kimberly de la semana pasada quedo (sic) como objetivo principal el promover el aumento de precios en Venezuela, Colombia y Ecuador…Con respecto a Ecuador hablamos que acuerdos para la temporada de la Costa ya no eran viables y que debíamos tener el acercamiento para la temporada de la Sierra donde deberíamos concertar la oferta de cuadernos de 50 y 100 hojas”.
Otros correos ponen en evidencia los presuntos acuerdos de precios. Uno de ellos, enviado en mayo de 2003 por Juan Enrique Restrepo, de Kimberly, a otros dos directivos de la multinacional (ver facsímil) dice: “Germán Varela es el gerente general de Bico Internacional. Como en Colombia el convenio de precios de marcas (sic), nos ha permitido manejar los precios con beneficios para todos, nos solicita que efectuemos lo mismo con el mercado de Ecuador en esta categoría. En la actualidad el precio de las marcas de Kimberly Ecuador (sic), están por debajo de los de Bico”.
En otro correo de noviembre de 2012 de Silvio Alberto Castro, de Scribe, dirigido a un directivo de la empresa se lee: “…En lo que sí quiero pedirte que hagas énfasis (sic), en el tema de los acuerdos que tenemos en el segmento Premiun (sic), sentimos que en este segmento los acuerdos realizados han sido tremendamente provechoso (sic) para ambos, listas unificadas en todos los canales y NO promociones de fin de semana en las cadenas, entre otros, ha sido muy importantes, esto debemos mantenerlo a como dé lugar, con nuestro compromiso de cumplirlos al pie de la letra”.
En otro correo electrónico quedan manifiestos los acuerdos para no hacer descuentos, que terminan beneficiando a los compradores. Ángela Piedad Zapata, de Scribe, en un correo enviado en enero de 2012 le dice a empleados de la compañía: “Este mail me lo envió Carvajal… Ellos me confirman que siguen firmes… y no van a patrocinar dctos (sic) al consumidor final. El Éxito los presionó mucho la semana pasada para un dcto en la categoría de colores… y No participaron…me dijeron que si no habían autorizado dcto para colores, menos iban a autorizar dcto en cuadernos que es mas (sic) honeroso (sic)”.
Pero los testigos de las dos empresas delatoras que participaron en el cartel también aportaron información sobre estas actuaciones. Uno de ellos dijo que “en el año 2013 se acordó, que en el mercado de cuadernos en cadenas y también en el canal tradicional, por la compra de X número de cuadernos te daban un obsequio, colores, cartucheras, alguna cosa, entonces se acordó no dar más obsequios…”.
Según la SIC, era común que los altos directivos, entre los que se encontraban gerentes de las compañías, se reunieran en restaurantes, hoteles o clubes y nunca en las oficinas. En esos encuentros se reportaban los reclamos de los competidores así como los nuevos acuerdos logrados. Los directivos impartían instrucciones para ocultar información que pudiera poner en evidencia la reunión.
Con estas y otras múltiples pruebas más, la Superintendencia no solo formuló pliego de cargos contra las tres empresas mencionadas sino contra 27 altos directivos de estas compañías, que al parecer colaboraron, autorizaron o ejecutaron actos relacionados con el presunto cartel empresarial. Entre ellos se encuentran Felipe José Alvira, gerente general de Kimberly Colpapel; Gladys Helena Regalado, presidenta de Carvajal Educación; y Antonio Martínez Báez, CEO de Scribe, entre otros.
En caso de que durante el proceso se comprueben estas acciones irregulares, la SIC podrá imponer multas hasta por 64.435 millones de pesos a cada empresa, y hasta por 1.288 millones a los empleados involucrados.
Al conocerse la decisión, Carvajal Educación emitió un comunicado en el que señala que la compañía se rige por un estricto código de conducta y tiene la voluntad de colaborar con la investigación. En el caso de Kimberly, llama la atención que también está vinculada a otras investigaciones de la SIC por la presunta participación en otros carteles como el de los pañales y el papel higiénico. Este hecho deja la idea en la opinión pública de que no se trata de acciones aisladas para obtener mayores ganancias a costa del bolsillo de los consumidores, en productos básicos de la canasta familiar. Por eso, es importante que las denuncias salgan a la luz pública para frenar estas prácticas abusivas, que ojalá no sean generalizadas
http://www.elespectador.com/noticias/economia/asi-operaba-el-cartel-de-los-cuadernos-cobrar-mas-sus-p-articulo-626379
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